El Amor en una Metáfora.

"Cuando dos personas perdidas se encuentran, todo puede cambiar. 

Mojaron sus alas y cayó en mitad del inmenso mar, perdida, sin saber hacia donde nadar.

Encontró una isla y con esfuerzo aprendió de nuevo a caminar.

Tras muchos días grises y fríos de tormentas salió el sol, y para cuando sus alas se secaron se le ha olvidado cómo volar.

En el camino por la gran isla encontró a alguien que había naufragado hace tiempo, con sus alas rotas que dolían al despegar, y que con cada esfuerzo se rompían un poco más.

Le enseñó a volver a desplegarlas con fuerza, sin miedo a lanzarse al vacío y a caer al agua, una y otra vez más, a secarse y a curarse... Compartieron días y noches, tormentas y arco iris, cómplices sonrisas, lagrimas de impotencia, se regalaron cálidos y protectores abrazos mientras él la ayudaba en su lucha por volver a despegar.

Hasta que un día ella dejó de caerse y volvió a volar.

Preparada para continuar su viaje decidió marcharse.

Tras la despedida desplegó sus alas y de repente un gran resplandor la cegó por un instante. Se sorprendió al ver sobre ella en mitad del cielo unas imponentes y enormes alas que brillaban preciosas salpicadas por la luz del sol.

Al verla marchar se olvidó del miedo, del dolor y se lanzó al vacío. Sin darse cuenta él también había sanado sus preciosas y fuertes alas en el tiempo que la ayudó.

Él le enseño a volver a luchar y a volar sin miedos.

Ella le enseñó a volver a soñar y a amar sin miedos.

Artículo por:  Irene Torrijos